Conocer, recorrer, reconocer, caminar y perderse por calles llenas de historia, lugares por donde pasaron tantos hombres y mujeres que tanto admiro y me inspiraron y me inspiran.

Darme la oportunidad de salir de mi espacio de tranquilidad para meterme en el caos de una gran ciudad, para poder darme cuenta, una vez más, que hay que moverse, explorar, experimentar, y que en todos los sitios podemos vernos reflejados y ser parte.

Los viajes nos brindan la posibilidad de resetear, de comenzar de nuevo, de pensar, más aún, si como en éste caso, viajas con tu mamá y tu hermana, donde las largas charlas han abundado.

Viajar nos hace bien, nos regala el tiempo para reflexionar sobre todo aquello que muchas veces no nos damos el tiempo en la vorágine del día a día.

En este viaje he pensado mucho en la información que recibimos cada día en las redes, la «sobre información», el como reconocer quienes son las personas en que uno confía, escucha y reconoce como maestros.

Nos pasamos el día «siguiendo» cuentas y recibiendo información pero no sabemos si son reales, si son de personas que saben de lo que hablan. Todo puede ser muy confuso y es muy simple ser engañados. Hoy todos son expertos en todo, y eso se me hace un poco raro.

En lo personal estoy en un momento de revaluar a quien leo y escucho, filtrando en detalle la información que dejo que me llegue y sobre todo estoy más en acción, al fin y al cabo nuestra propia experiencia es la que nos dejará el verdadero aprendizaje.

Mi pequeño consejo: lean más libros, estén más tiempo haciendo lo que les gusta, prueben, experimenten, cometan errores, vuelvan a intentar, sigan más su intuición que lo que cualquiera les pueda decir, cuestionen todo lo que escuchen y lean, nada lo den por cierto,investiguen, no estén mucho tiempo con el móvil…
Viajen, viajen, viajen ✈️🛳️🚗🚂

Con cariño Cintia 🧑‍🌾🧉🌿💛