Podríamos decir que la vida misma es como destilar una planta, nos vamos muriendo, transformando, naciendo.
Hace ya ocho años que vivo en Mallorca, que tome una decisión difícil. Que decidí moverme y cambiar el rumbo de mi vida.
No es fácil migrar, muchos alti bajos pasé en estos años, pero siempre agradecí a la isla y su gente por el buen trato y hacerme sentir en casa.
Me siento afortunada de poder integrarme en una cultura tan bonita, con celebridades tan maravillosas.
Agradecida a mis abuelos que tuvieron la valentía de migrar a Argentina para buscar una mejor vida… Y que he heredado esa valentía para poder hoy encontrarme aquí.
Gracias Mallorca por darme un hogar, mis raíces están lejos de aquí, pero mis ramas crecen felices y fuertes en ésta tierra.
0 comentarios